Los olvidados de Luis Buñuel, junto con Metrópolis de Fritz Lang y El mago de Oz de Victor Fleming, es uno de los tres largometrajes de ficción que han ingresado en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. Tiene, por tanto, el rango de Patrimonio de la Humanidad. Hoy es considerada un clásico del cine mundial.
La presentación de la película, retrato crudo y
realista de la vida de un grupo de niños marginados en la Ciudad de
México, no tuvo en 1950 la misma fortuna: se retiró de la cartelera a los tres días por la indignación que provocó entre los mexicanos pues se mostraban en ella descarnadamente las sombras del desarrollismo económico (marginación, miseria, violencia). La prensa mexicana también arremetió contra la película e, incluso, se pidió la expulsión de Buñuel como extranjero indeseable.
Este es el tráiler de la película que ya hemos visto en clase.
Este es el tráiler de la película que ya hemos visto en clase.
Los amigos de Buñuel, en especial Octavio Paz, dieron a conocer la película en Francia, donde se exhibió en el Festival de Cannes. El publicó aplaudió especialmente tres escenas: la del sueño, la del pederasta y la de la despedida entre Pedro y su madre. La película logró el premio a la mejor realización y el premio de la crítica internacional. Este espaldarazo hizo que Los olvidados fuera repuesta en México y recibiera el apoyo del público y de la crítica.
Mucho tiempo después, en 1996, se descubrió que Buñuel había rodado un "final feliz" alternativo, que podéis ver a continuación en este enlace.
La crítica ha valorado muy positivamente que no fuera este final el que eligió Buñuel ya que hubiera desvirtuado por completo el significado de la película. ¿Estáis de acuerdo? Podéis realizar vuestros comentarios en la sección de abajo.
El huevo que arroja Pedro al objetivo de la cámara, a la hora y un minuto de película, sintetiza claramente la intencionalidad crítica de Los olvidados: es una obra contra la indiferencia de los que no quieren ver los dramas existentes en nuestra sociedad aparentemente desarrollada, la sociedad de ayer y la del presente.
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